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Leyendas Ecuatorianas

                   EL TSÁCHILA QUE SE CONVIRTIO EN SOL

 

Cuentan los antiguos en Tásichla, Santo Domingo, que hace muchos, muchos, muchos años,  los abuelos de los abuelos podían conversar con los pájaros, en el Cielo donde vivia un enorme tigre de enorme boca, de ojos como los rayos, con garras poderosas y un pelaje muy resplandeciente, pero vivía en la Obscuridad. Un día, el Tigre de la Obscuridad andaba furioso y hambriento y de un solo bocado se comió el Sol y en la Tierra cayeron las tinieblas

Los Tsáchilas (Santo Domingo) vivieron así, en esa larga noche. Se tropezaban unos con otros y se la pasaban todos golpeados y adoloridos, así que decidieron encerrarse en sus hogares y no salir. No podían hacer nada que incluso la comida se escaseaba. Más de una ocasión se escuchaban gritos desesperados de los que eran atacados por las fieras de la selva.

La luna se hallaba confundida por la desaparición del sol, tampoco salía y eso era más grave porque ya no se podia enamorarse con su luz nocturna. Los pájaros morían y los ríos empezaron a secarse porque confundida la lluvia sin la guía de los astros celestes, tampoco caía. 

 

Angustiados los Tsáchilas decidieron hacer su propia luz e intentaron hacer fogatas con  ramas y alumbrarse con su fuego, pero fue inutil. Pero ellos, los más débiles morían rapido. Mientras el Tigre de la Oscuridad con sus fauces abiertas se acercaba cada vez más a los atemorizados Tsáchilas para devorarlos uno a uno. 

 

Sus pasos se escuchaban muy cerca de sus casas. Viendo el desastre inminente a los sabios ancianos se les ocurrió crear su propio sol. Los Chamanes (brujos) se reunieron y pensaron en convertir a un joven Tsáchila en el poderoso astro.

 

Así pasaron tres días tristes y sombríos. Al cuarto día su sorpresa fue total, apenas si podían abrir los ojos, una luz incandescente los quemaba y era casi imposible de resistir verlo. Ahí estaba el sol de nuevo, reinando en lo más alto, alcanzando con sus rayos a todos los Tsáchilas. Con todo su esplendor, ahí estaba de nuevo, pero no lograban soportarlo.

 

Recordaron los ancianos, que el joven tsachila tenía dos ojos y que seguramente estaba alumbrando con los dos. Por lo que sería necesario que alumbrara sólo con uno. Así que lanzando una gran piedra hacia el cielo y lograron su objetivo, pudieron por fin volver a disfrutar de las bondades del rey sol que ahora anda con un solo ojo.

 

REFERENCIA: Leyendas de Ecuador - http://leyendasdeecuador.blogspot.com/

 

 

 

                 EL INDIO CANTUÑA

 

Les voy relatar una leyenda muy particular de nuestro país la leyenda del indio Cantuña. 

 

En el libro "Leyendas del Ecuador" hallamos las dos versiones de la leyenda la verdadera la version falsa:

 

Cantuña tenia una labor que había sido asignada por los franciscanos que era construir una Iglesia en Quito. Este acepto y puso como plazo seis meses, a cambio el recibia una gran cantidad de dinero.

 

Aunque parecía una hazaña imposible lograr terminarla en seis meses, el Indio Cantuña puso su mayor esfuerzo y empeño en terminarla, reunió un equipo de indígenas y se propuso terminarla. Sin embargo la edificación no avanzaba como él la esperaba. En esos momentos de angustia se presento ante el, Lucifer y le dijo: “¡Cantuña!. Aquí estoy para ayudarte. Conozco tu angustia. Te ayudaré a construir el atrio incompleto antes que aparezca el nuevo día. A cambio, me pagarás con tu alma.”

 

Cantuña aceptó el trato, solamente pidió una condición, terminar la construcción lo más rápido posible y que sean colocadas absolutamente todas las piedras.

Cantuña se vio desesperado debido a que vio que los diablillos avanzaban muy rápido, tal como lo ofreciera Lucifer, la obra se culminó antes de la media noche, fue entonces el momento indicado para cobrar el alto precio por la construcción, el "alma de Cantuña".

 

El diablo al momento de ir ante Cantuña a llevarse su alma, éste lo detuvo con una tímida voz, ¡Un momento! - dijo Cantuña. ¡El trato ha sido incumplido! Me ofreciste colocar hasta la última piedra de la construcción y no fue así. Falta una piedra. Cantuña había sacado una roca de la construcción y la había escondido muy sigilosamente antes de que los demonios comenzaran su obra.

 

Lucifer, asombrado, vió como un simple mortal lo había engañado de la manera más simple. Así Cantuña salvó su alma, y el diablo sintiéndose burlado, se refugió en los infiernos sin llevarse su paga.

 

REFERENCIA: Leyendas de Ecuador - http://leyendasdeecuador.blogspot.com/

 

 

             EL PADRE ALMEIDA

 

 

En esta história se nos cuenta, la vida de un sacerdote o padre conocido en nuestra localidad, el cual no era precisamente el mejor de todos debido a su mala conducta.

 

 

La leyenda cuenta que este padrecito, todas las noches salía a tomar aguardiente (puro), pero para salir de la iglesia él tenía que subir y lo hacia apoyandose en un brazo de la estátua de Cristo, pero cierta noche minetras intentaba salir se dio cuenta que la estatua lo regreso a ver y le dijo: ¿Hasta cuando padre Almeida? y este le contesto sarcasticamente "Hasta la vuelta" y se marcho.

 

Una vez ya emborrachado, salió de la cantina y se encontraba paseando por las calles de antiguo Quito, hasta que pasaron 6 hombres de alta estatura y completamente vestidos de negro cargando un ataud, aunque el padre Almeida penso que era un toro que habia salido de algun corral, con el cual chocó y se desplomo, pero al levantarse regreso a ver en el interior del ataud, y para su sorpresa era él, el padre Almeida dentro del ataud, del asombro huyo del lugar. 

Al llegar a la Iglesia se puso a pensar que eso era una señal y que si seguia así podia morir de seguro como castigo, entonces desde ese día ya no a vuelto a tomar y el padre observaba la cara de la estatua de Cristo mas sonriente.

 

REFERENCIA: Leyendas de Ecuador - http://leyendasdeecuador.blogspot.com/

 

              EL CHUZALONGO 


Se dice que vive en las montañas; allí se encuentran las pisadas es de tamaño de un niño de seis años, con el cabello largo y “sucu”; del ombligo le sale un miembro como un bejuco de “Chuinsa”.

 

Para que no aviente el aire de mala suerte del chuzalongo se entra a la montaña, se rompe una rama y se marca; así no pasa nada.

Cuando esta marcado ya no ataca a nadie, es muy juguetón e inquieto y no hace nada; pero en cambio tiene un “humor malo”, después de un momento da un “aire fuerte” y le deja cadáver a una persona.

Cuentan los antiguos que unas muchachitas que Vivian cuidando el ganado en el cerro se han puesto a jugar con el “chuza” y le encontraron chupándose la sangre de esas niñas. Se han presentado a casa dos suquitos, han salido las chicas, y les han chupado la sangre y matado.

Cuando se acercaron a una doncella dicen que solo con el aire fuerte les mata.

 

REFERENCIA: Leyendas de Ecuador - http://leyendasdeecuador.blogspot.com/

 

                LA BOA Y EL TIGRE.

 

 

Por el camino que lleva a Misahuallí, a 6 Km. de Puerto Napo, en la comunidad de Latas vivía una familia indígena dedicada a lavar oro en las orillas del río Napo. Un día la madre lavaba ropa de la familia, mientras la hija más pequeńa jugaba tranquilamente en la playa: tan concentrada estaba la seńora en su duro trabajo, que no se percató que la nińa se acercaba peligrosamente al agua, justo en el lugar donde el río era más profundo. Una súbita corazonada la obligó a levantar su cabeza, pero ya era demasiado tarde; la nińa era arrastrada por la fuerte correntada y sólo su cabecita aparecía por momentos en las crestas de las agitadas aguas.

 

La mujer transida de dolor y desesperación, hincando sus rodillas en la arena implora a gritos ... yaya Dios! .... yaya Dios! Te lo suplico salva a mi guagua, y Oh! sorpresa, la tierna nińa retorna en la boca de una inmensa boa de casi 14 metros de largo, que la deposita sana y salva en la mismísima playa; la mujer abrazando a la nińa llora y sonríe agradecida. Desde aquel día la enorme boa se convirtió en un miembro más de la familia, a tal punto que cuando el matrimonio salía al trabajo cotidiano, el gigantesco reptil se encargaba del cuidado de los nińos.

 

Pero un tormentoso día, cuando los padres fueron a la selva en busca de guatusas para la cena, la boa no llegó a vigilar a los nińos como solía hacerlo todos los días. Este descuido fue aprovechado por un inmenso y hambriento tigre, que se hizo presente con intenciones malignas. 

 

 

Los muchachos desesperados gritaron a todo pulmón “!yacuman amarul! (boa del agua), el gigantesco reptil al oír las voces de los nińos salió del río y deslizándose velozmente entró a la casa; se colocó junto a la puerta, para recibir al tigre que trataba de entrar sigilosamente en el hogar de sus amigos; la lucha que se desató fue a muerte; la boa se enroscó en el cuerpo de felino, pese a las dentelladas del sanguinario animal; los anillos constrictores del reptil se cerraron con fuerza, mientras el tigre la mordía justo en la parte de la cabeza, al final se escuchó un crujido de huesos rotos y ambos animales quedaron muertos en la entrada de la casa.

 

Cuando regresaron los padres de los chicos, recogieron con dolor los restos de su boa amiga y ceremoniosamente la velaron durante dos días, para luego enterrarla con todos los honores y ritos que se acostumbraban utilizar para con los seres queridos.

 

REFERENCIA: Leyendas de Ecuador - http://leyendasdeecuador.blogspot.com/

JUAN CARLOS VIDAL PLACENCIA

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